Que gratificante puede ser como un
brillo de tus ojos, hacen magia ante cada parte de mi cuerpo… que resplandor más
intuitivo que despierta insaciable deseo… que luz tan medicinal que cura picardía
en mí.
Pero será picardía, es que; como
cambia un estado del cuerpo con tan solo tener al frente una fotografía, hermosa niña son
azules, son verdes esmeraldas, son luces desbordantes de almas, son espejos del
corazón que desarrollan en mi una pasión, que desenfrenada terminan en sudor,
cada poro de mi cuerpo, siente ardor, no hay pudor, simplemente hay inquietud
sofocante ante tal identidad, ante tal cualidad, de esa imagen.
Oh que luz…. Oh que medicina nada me
obliga a ser deseoso del deseo, nada me intriga ser sospechoso de tu anhelo… y
que anhelo… será que necesitamos de una cura necesaria… será que es primaria
esta determinación... o ya tiene escuela andando... ya está pasando… desde que
te conocí… desde que te vi… desde que se planto ante mi… ya no, como una
fotografía… sino en carne y hueso... qué es eso... me decían mis ojos, que
sigilosos… desnudaron tu cuerpo... es tan cierto.. Como de testigo fue el cielo...
que ya sentado frente a mí, ya era realidad, ya era una completa verdad.
Es así ya era verdad… ya esto camina,
ya eres parte de mi vida, ya eres mi luz, ya eres la doctora que tiene mi
medicina. Esta es la verdad, la completa realidad, de que ahora necesito una
dosis de esa medicina, y que en la luz hermosa de tus ojos esta lo que se
avecina, un simple deseo de estima, que este hombre te pide a gritos intimidad
debida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario